Pintura de Bruno Vekemans
(Te) escribo a escondidas,
nadie leerá este poema
de manos abandonadas
en una batalla de amor memorable.
Fueron amargos tus besos,
mi boca decidió seguir su camino,
de silencio en silencio,
de soledad en soledad,
olvidando (los), olvidando (te).
(Te) escribo furtivamente,
mañana quiero volver a olvidar.
Regresó el dolor, estaba en un rincón
abandonado de la memoria y,
para poder olvidarte, de nuevo,
(te) escribo.
2 comentarios:
Quizás no hay olvido, ¿no crees?
Un abrazo.
También muy bello este poema. Desprende un aroma cargado de lirismo.
Y otro tema que hiere el alma: la memoria siempre presente de la persona intensamente amada, de esa persona que seguramente es alma gemela, pero que las circunstancias de la vida la trajo y, más tardes, se la llevó, arráncandola de nuestro corazón. Un vacío queda siemrpe... Un vación que nada puede llenar.
Un fuerte abrazo!!!
Emilio
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