31 de marzo de 2009

Un nombre de mujer

Mónica López Bordón, poesía, editorial Playa de Ákaba, Joanna Harmon
Cuadro de Joanna Harmon
En ese preciso momento escapó de mis manos
convirtiendo el norte en todas las direcciones posibles.

Tenía la cadencia mágica de una gota peregrina,
izada sin forma, vencedora, en el camino de nadie
y el cuerpo del hombre.

Su agua era un pájaro flotando entre la luna y mis ojos,
agitada libertad, la de mis pies desnudos,
hundidos en la mirada sobre el mar.

Escapó de las manos que no tocaron nunca
el sol frente a frente.
Escapó un verbo pronunciado en ese instante,
un tenue rumor de viento
y un nombre de mujer.




Mónica López Bordón, Vivir para contarla, poesía en Alcalá de Henares


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26 de marzo de 2009

El abismo de tu piel

Mónica López Bordón, poesía, vivir para contarla, editorial playa de ákaba, Pablo Neruda
"Desnudo con hojas de calabaza". Chelín Sanjuan

Se confunden los minutos con la vida,

variamos las fronteras,

resucitamos al clamor impar que piden las voces:

Beso, beso, beso...

Y nuestro amor vertical desvaría perdido

en este laberinto de aritmética mutua,

de hemisferio compartido como una casa de muñecas

donde, casi siempre, está todo a punto

y, donde, casi siempre, hay algún tropiezo.

Este viento azul de soledad

me permite cruzar la linde de tus labios

palmo a palmo

como ese astro que no suma ni resta

porque sabe que la carne no se mide

y que el tiempo no se cuenta.

Ambos pasan hasta la muerte

rozando todos los límites posibles,

al filo de tu boca,

al abismo de tu piel.



Mónica López Bordón, Vivir para contarla, poesía en Alcalá de Henares



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23 de marzo de 2009

La helada oscuridad desierta

Mónica López Bordón, Vivir para contarla, poesía en Alcalá de Henares
Cuadro de Kandinsky
Cae la tarde encadenada, abatida….
Viene cabalgando en los vientos del olvido.
Al dorso de sus ojos trae
las batallas perdidas,
sangre bajo los pies
dejando huellas consumadas.

Tiene la oscuridad solapada en sus alas,
una espalda desnuda
y el diptongo tenaz y reflejado del mundo.
Lento el caminar
lento y fugaz
lento y náufrago.

¿Por qué amo el frío del invierno
y el oasis en los besos húmedos,
reconstruidos,
a golpe de noches,
de silencio,
de mudez contenida?

¿Porqué el plural,
ese estandarte clásico de lo humano
esta vez fue una tormenta ahogada,
profunda y vacía?

Terminé caminando con la tarde,
caída de mí misma,
por un cementerio oscuro.

Nos quedamos sin alma,
mordiendo el abismo
y sabiendo que huíamos hacia
ningún lugar
de la helada oscuridad desierta.



18 de marzo de 2009

De la vida hicimos un amor

William Waterhouse, Mónica López Bordón, poesía, Editorial Playa de Ákaba,
Cuadro de William Waterhouse

Últimamente me pregunto si cuando sueño,
la luna es tu voz serena galopando
en la noche del alma, por siempre oscura.

Si convertimos los minutos en siglos
y de la vida, hicimos un amor.

Si el crepúsculo de la tarde
llega abierto como una partícula de viento
enredado en el mundo que nació
olvidando el olvido.

Me pregunto si esa verdad
es un vuelo de átomo
que borra las huellas del pasado
y percibe unos ojos místicos
colocando a la distancia
como testigo implacable.

¿La verdad de amor?
¿Quién la sabe?

¿Quién era yo escoltada
en las formas del verbo
habitando en tu nombre?




Mónica López Bordón, Vivir para contarla, poesía en Alcalá de Henares


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15 de marzo de 2009

Una gacela en pleamar


"Hylas y las ninfas", William Waterhouse, Mónica López Bordón, poesía, Gloria Fuertes
"Hylas y las ninfas" de William Waterhouse

Me sentía una gacela en pleamar
brotando en el fuego de tus manos.
antílope y lira,
preludio de una buena canción.

Me sentí gacela, saltando, en pleamar
cuando pude dibujar la ausencia presentida,
los párpados soñando átomos abiertos
y una danza marina con los dioses del Parnaso
sentados a nuestra mesa.

Dibujé una parábola en el vientre.
Loca, lánguida, soñadora,
entrelazada al viento del norte
que llegaba anunciando el crepúsculo.

Temblaba el horizonte.
Su mirada era como un salto
de poniente agarrando el vacío.

Y me sentía gacela en pleamar,
alegre y ligera; enlazada y perseguida;
fugada y alcanzada en todos sus tiempos.

Huida de nada.


Mónica López Bordón, Vivir para contarla, poesía en Alcalá de Henares



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12 de marzo de 2009

Busco la alondra que escapó de mi pecho

Burne-Jones, Mónica López Bordón, poesía, Alejandra Pizarnik
"Cupido y Psique" de Burne-Jones
Descubro en los mares árticos
un juego para inventar silbidos de la tarde
en el canto de la alondra.

Olvido todos los nombres.

Retrocede la noche como pájaro rendido
en tu pecho deshabitado.
Se alejan los vientos del Norte
plegados en tantas cosas por encontrar.

Entre las alondras vuelan gargantas de mundo
inundadas de versos.
Engendran sus nidos
con el ir y venir de tanto viaje
siempre, para volver.

Resbalarán y caerán en mis manos alzadas,
sonámbulas de tu boca,
desnudas entre tus brazos…

Cómo apagar el resplandor de este vuelo,
la pasión de su ruta acariciando
tus labios con los dedos,
deslizándose por el horizonte abierto,
alondra que no pudo hablar.

Miro el cuerpo que anida en mi pecho
invadiéndolo todo
para encontrarme a mí misma
volando, por primera vez.





Mónica López Bordón, Vivir para contarla, poesía en Alcalá de Henares


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11 de marzo de 2009

Soy una mujer libre

Trish Biddle, Mónica López Bordón, Alfonsina Storni, mujer, poesía
Cuadro de Trish Biddle
Hay veces que decido vivir un ahora deshabitado
para acabar con mis pensamientos negros
y fusilar a todos los fantasmas.
Hay veces que paso millones de noches
sentada a la orilla del mar
acariciando las olas mis ojos
y la arena mi mirada
mientras los pies recorren palmo a palmo
cada centímetro de tu piel.
Y hay otros días, otras veces,
que vuelo sin rumbo fijo
que me entrego al destino
y entre el porvenir
y el conversar
desnudo mis armas
y me invento nuevas vidas.





Mónica López Bordón, Vivir para contarla, poesía en Alcalá de Henares


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