Pintura de Bruno Vekemans
(Te) escribo a escondidas,
nadie leerá este poema
de manos abandonadas
en una batalla de amor memorable.
Fueron amargos tus besos,
mi boca decidió seguir su camino,
de silencio en silencio,
de soledad en soledad,
olvidando (los), olvidando (te).
(Te) escribo furtivamente,
mañana quiero volver a olvidar.
Regresó el dolor, estaba en un rincón
abandonado de la memoria y,
para poder olvidarte, de nuevo,
(te) escribo.