"Apolo y Dafne" de Théodore Chassèriau |
acaricio tu sangre devorando los fantasmas.
Soy el mar, las olas…su resplandor.
Insaciable, se clava el amor
en tu rostro amado y se revela la tierra
en el lugar donde se abren las rosas.
Invade la transparencia del viento
la furia ardiente de tu sueño,
el límite de la piel, los ojos negros,
la sed, y el último suspiro
del amor a la deriva.
Ven, amor mío, ven,
me hundo en tu relieve.
Ignoro la muerte de tu boca.