Pintura de Bruno Vekemans |
Sueña,
mientras siente el frío y monótono
viento del invierno,
la luna nunca duerme de noche.
Sueña,
sueña con el fuego de sus ojos,
con la apariencia de las llamas,
con la plácida noche, el silencio y
aquel beso de tarde en tarde.
Desvelado,
sueña, en su desvarío,
que camina abrazado
a la piel de terciopelo
de aquella mujer,
desde siempre.
1 comentario:
Cuantas veces ocurre que en la noche uno no quisiera dormir. Y se acerca a la ventana y se deja llevar por esa soledad, ese silencio, esa calma. La vida transcurre apacible y silenciosa mientras las ambiciones duermen. Y creo a mi entender ese es un hermoso sueño que pueden darse el gusto de ver y sentir los que sueñan despiertos.
Hermoso poema, un gran saludo.
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