Pintura de Leonid Afremov
Hoy nos hemos acostado
con piel de otoño,
otro otoño y llueve.
No termino de acostumbrarme
a la madrugada oscura
y silenciosa
que devora esas palabras,
todavía sin usar,
tan íntimas.
Deseo soñar hasta mañana,
envuelta en esta hermosa cita
mientras me siento en la mesa
y escribo.
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