Un ocaso de ojos y labios
Federico García Lorca
Estalla el aire…
Quedamos sorprendidos
y reflejados en el viento,
nuestro viento, nuestro aroma
tierno y dibujado
en la inicial de una nube
tocando la orilla de tu cuello.
De pronto llegas
y un suspiro impreciso
se apodera del color de mis pupilas
amándote.
Desprendidos de nuestra piel
nos abrazamos en un ocaso de ojos y labios.
Baila el mar para nosotros.
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3 comentarios:
Que hermoso es cuando el mar nos baila el alma y podemos sentir esas oleadas de vida. Hermoso poema
Precioso ese baile que contemplan tus ojos.
Un abrazo.
Muchas gracias, Demian y Rafael. Me encanta que os haya gustado el poema!!
Un fuerte abrazo y feliz día
besos
Mónica
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