“Me entregó en su mirada el alma”
Jules Laforgue
Pienso en la muerte,
en la tentación de su voz
y en sus fríos labios
dibujando aquella primera soledad
ya olvidada en los ecos del silencio.
Quedé atrapada en su cueva
durante un instante interminable
donde suplicaba conocer
el espacio de poder existir.
Al abrir los ojos
vi que ella pasaba lentamente…
Me entregó en su mirada el alma
y me dejó a este lado de la vida
acariciando los cálidos labios
de la noche al despertar.
Los besos no son para la muerte.
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3 comentarios:
Un silencio carente de palabras, de un tiempo sin espacio, de una fría soledad que hiela la voz....
Un sueño que se vuelve luz al abrir los ojos y sentir el cálido aliento en los labios de un beso....
Un calido abrazo Mónica
Es cierto querida amiga, "los besos son para dar vida..."
Un abrazo en la noche.
Hermoso poema en donde el tema de la muerte se toca como oposición a la vida; es la vida la que, por su vitalidad, se hace dueña del inmenso privilegio de los sentimientos, de las sensaciones. Después de la vida los besos ya no son!
Saludos desde Suecia y desde Contrastes.
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