La alquimia del verbo
Arthur Rimbaud
Miro
y desde el fondo de la muerte
veo al claro de luna
deshojando la noche.
Vuelvo a mirar,
ella me tienta y se detiene.
Converso con la muerte,
por cada palabra gano una flor,
por cada muerte siete vidas.
Le ofrezco mis manos,
fugaz y furtiva desaparece.
Bajo su atenta mirada
escribo una nueva vida
en la alquimia del poema.
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2 comentarios:
"...Miro, converso, le ofrezco mis manos y al final escribo una nueva vida..."
Así dice tu protagonista y brota "la alquimia del poema"
Un abrazo en la tarde.
Hay mucha ternura en estos versos que nos dejas.
Un abrazo y feliz día.
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