Cuadro de Emilia Wilk |
Llueve.
Las gotas de agua mojan los zapatos
mientras ella dibuja el contorno
de un hombre desconocido.
Él dejó una sombra en la noche
y se marchó sin decir adiós.
Ahora, ella, cautiva en las nubes,
escribe su tierno olvido
acariciando las palabras al trasluz.
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Es el momento después, cuando los pensamientos vuelven y dejan atrás a los sentimientos.
Un abrazo y feliz semana.
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