10 de junio de 2009

El jardín de los senderos que se bifurcan

Henry Matisse, Mónica López Bordón, poesía, editorial Playa de Ákaba
Dibujo de Henry Matisse

Anduvo una vez, y otra y otra...
Había tenido un virginal despertar cuando la noche fluía suntuosa
con la piel manchada de viento.
Su gesto de piedra evocador desleía cada verso de cristal
que resonaba en su garganta.
Exhalaba un pulso dilatado como si caminar en círculo
y abrazar al baobab del sendero
no fuera suficiente para seguir avanzando.
En griego, me dijo que no tuvo en cuenta su noble encanto, íntimo
y de estepa revolando con hojas de oro.
Insinuó que tenía una mitad de miedo
y otra mitad de frío que superaba
con el candelabro prendido, a todo gas, en la caverna.
Su cuerpo había empequeñecido tanto
que sus ojos azules encontraron un abanico
de formas oscuras y ofendidas.
Lloraba con un vestido blanco.
Anduvo de nuevo. Risueña y fugaz, errante.
Misteriosa y silenciosa contó que era la muerte una mujer.



Otros poemas:

15 comentarios:

aapayés dijo...

Interesante versos.. a muerte..
una mujer..

me dejas pensando.

un gusto leerte siempre.


saludos fraternos
un abrazo

besos

M. Angel dijo...

Con silencio y elegancia
Como brisa que acaricia
dejan aquí la fragancia
Tus versos que son delicia.

Mónica placer entrar en tu lindo blog.

Abrazo sincero

Romina E. dijo...

Hermoso... Me encantó el final
Beso Grande

Anónimo dijo...

que triste y misterioso!!!!!!!!!!
muy bueno.......

besitos

A dijo...

Muy bueno.
Por cierto, me encanta Borges, también aprovecho para decir que he enlazado con los tres blogs en mi página. Un saludo y gracias, de nuevo, por seguir mi blog.

Anónimo dijo...

Qué paisaje más hermoso pintan las palabras, cuando se expresan de este modo, en perfecta armonía con la belleza de Matisse.
Saludos

MiLaGroS dijo...

La muerte una mujer.

Un poema inquietante y sugerente. Un abrazo. milagros

cielo claro dijo...

Me encantó, corta precisa, se lee rapido y un final magistral, que rico pasar a leerte, ha sido un placer estar con tus letras. Un abrazo.

Antonio dijo...

He llegado a tu casa desde la casa de Isabel Miralles. Me has gustado el poema que presentas y, si no te importa, volveré a visitarte más a menudo.
Un afectuoso saludo

Elen dijo...

Precioso como siempre Mónica. Siempre es un placer leerte.
Besitos

♥ Sussy* Alvarez dijo...

Muy lindo escrito me encanto! un saludo hasta pronto.

LIRIO dijo...

Mónica:

Siempre es bello evocar al gran Borges, sobre todo cuando lo hace una poetisa como tú, tan delicada y bellamente...
Y, por cierto, hemos vuelto a la sincronicidad, amiga: porque acabo de subir un post en LK con un poema de Borges, ¡precisamente!

Un abrazo

Emilio dijo...

Una bella descripción con un final muy sugerente.

Saludos.

Jesús Arroyo dijo...

Me ha gustado tanto, me ha dejado tan pensativo...
Besos.

Angeles Fernangómez dijo...

Me encanta tu poema, Mónica. Tiene garra.
He mirado lo del día 20 y, qué lástima, tengo un compromiso en un pueblo del norte de Madrid. Que os salga divino.
Un abrazo