26 de julio de 2013

Vendrá la primavera y habrá flores

Mónica López Bordón, poesía, Editorial Playa de Ákaba
Cuadro de Tadeusz Wojtkowski

Oigo sus voces en mi garganta. 
Sin medida, una vida me habita.
Busco las palabras que se aman despiertas
al final de su auténtica mirada.

Habla un aroma interminable
abrazado al pecho del sol
que besa los labios de la noche
y no se quema.

Parte su clamor en mi boca,
y cuando cae la primera gota de lluvia
deja acariciar todas las maneras de vivir.
Llueven rosas…


Mónica López Bordón, Vivir para contarla, poesía en Alcalá de Henares


Otros poemas:





17 de julio de 2013

Verdad de dos

Mónica López Bordón, poesía
Cuadro de William Henry Margetson

Siento viajar el dolor en la mitad de la noche
y es distante la soledad.
Envuelta en este cuerpo mortal
me reconquisto, recién nacida,
al saber que ya no te recuerdo.
Tracé el mapa de nuestra piel
perseguida por la velocidad del viento.
Giramos en renglones de besos infinitos
quebrándonos sigilosamente
mientras la luna se vestía de silencio.

Caminamos con la vestidura del tiempo,
quedamos rendidos en su espacio,
volaron las gaviotas,
se detuvo la lluvia,
mis palabras acariciaron el otoño,
borré la soledad
y te olvidé en mi reconquista.



Otros poemas:  
Conocerse es el relámpago
Solo el viento que trae tu nombre
Los cuatro puntos cardinales del amor






6 de julio de 2013

La vida es lo que tú tocas

"Aromas del paraíso" de Andrés Rueda, Mónica López Bordón, poesía, Editorial Playa de Ákaba
"Aromas del paraíso" de Andrés Rueda

Con la punta de tus dedos
pulsas el mundo, le arrancas
auroras, triunfos, colores,
alegrías: es tu música.
Pedro Salinas

Desde esta orilla todo es posible
pintar el sabor dulce del viento,
dibujar los aromas del paraíso,
descubrir una palabra en la mañana
o volver la luna del revés.

Te he buscado a mi paso,
cautiva en tu tiempo,
en nuestro primer deseo,
temblando, palpitando,
buscando los verbos innumerables
que, inevitablemente, 
no hallamos en nuestro mapa
con el azul de nuestro bosque
y el rojo del mar.

La vida es lo que tú tocas
y te he seguido buscando, 
de nuevo, a mi paso, 
sucediéndose los sueños,
mirándonos.
Cerramos los ojos
ese día que la noche
bailó desnuda para nosotros.
No existieron teoremas ni montañas,
encontramos la risa, las auroras,
los triunfos, colores y alegrías,
un amor sin final.
Mónica López Bordón, Vivir para contarla, poesía en Alcalá de Henares


Otros poemas:
Hay un tiempo para la noche bajo la luz de las estrellas
Fuga
En la otra madrugada