Soy esa carne que desaparece en un grito, que se oculta para no ser herida, que se diluye en la distancia. Soy ese haz de luz que vivirá más de dos mil años al cobijo del árbol blanco, siempre, por escribir.
Luz oculta del deseo carnal que persiste en los siglos, al cobijo del árbol de la vida, que nunca se concluye salvo en fantasía, siempre por escribir... Me vino este pensamiento al impulso de tu poema. Besos
Maravillosa forma de desparecer el cuerpo dejando su luz por tanto tiempo en ese árbol blanco..., que nunca hiere. Preciosos versos, preciosos. Un abrazo muy fuerte y besos
Desgarradores versos los de hoy, pero con esa belleza que imprimes de manera magistral.
ResponderEliminarUn abrazo.
Precioso. Saludos cordiales y feliz semana.
ResponderEliminarEsplendente imagen, el vivir es motivo de escribir y ser luz el tiempo que sea posible.
ResponderEliminarUmn gusto visitar tu blog. Saludos
Juan Carlos.
Precioso.
ResponderEliminarUn saludo.
BUENAS TARDES MONICA QUE BELLOS VERSOS, QUE TENGAS UNA BUENA SEMANA ABRAZOSSSS DE TU AMIGO CHRISTIANNNNN
ResponderEliminarhazte de luz, haz la luz
ResponderEliminarQuerida Mónica, recuerdo con mucho cariño este poema; pero ya lo sabes,¡claro! Muchos besos y feliz semana.
ResponderEliminarPrecioso trabajo, magistralmente logrado. Hermoso! Un abrazo.
ResponderEliminarBellísimo .Simple y directo.
ResponderEliminarAcercate a mi espacio,nuevos trabajos.
Mi saludo Liliana
SOIS, la luz que ilumina
ResponderEliminarlos senderos del camino
La luna que llena de luz
las noches en tinieblas.
Sois, un ángel
que regala versos
para deleite del alma.
Últimamente no suelo comentar mucho, pero sigo leyendo a todos los que estáis en mi corazón.
Abrazo sincero
M. Ángel
Luz oculta del deseo carnal que persiste en los siglos, al cobijo del árbol de la vida, que nunca se concluye salvo en fantasía, siempre por escribir...
ResponderEliminarMe vino este pensamiento al impulso de tu poema.
Besos
Ser un haz de luz...creo que es lo máximo a lo que podemos aspirar, y tu lo has expresado con unas palabras preciosas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Maravillosa forma de desparecer el cuerpo dejando su luz por tanto tiempo en ese árbol blanco...,
ResponderEliminarque nunca hiere.
Preciosos versos, preciosos.
Un abrazo muy fuerte y besos
Querida Mónica, me encantan los cuadros, como el poema que los acompaña, fantástico el haz de luz, en una mujer naciente.
ResponderEliminarBesos.
Qué hermoso poema.
ResponderEliminarParece sencillo, por breve. Pero es hondo y de largo alcance.
Un beso
Hola guapa!! Como estás? Espero que todo bien!
ResponderEliminarMe encantan estos versos, sencillos pero dicen muchas cosas. Sigue ofreciendonos esa luz especial que tienes!
Un beso grande!! muaa!
Eres verso escrito y verso por escribir, Mónica.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
"...que se oculta para no ser herida..." ¡Cuánto me me identificado con esta frase...!.
ResponderEliminarBellísimo el poema.
Un abrazo
Un gran sentimiento, muy bello, un besito.
ResponderEliminar"Soy esa carne"... ese es el poema. Ese verso me parece construye un mundo y concentra todo el sentido.
ResponderEliminarAbrazos!